EN DEFENSA DE LOS DDHH, JUSTICIA, DERECHOS DE LOS ANIMALES Y DEL PLANETA

Esta Nueva Cabecera con 4 imágenes es en Defensa de los DDHH de los Pueblos , Su Derecho a la Autodeterminación Soberanía y Libertad... como en el caso de Palestina o de la Asediada Venezuela Bolivariana y Chavista, ...también de los Inmigrantes y Refugiados que llegan a Europa huyendo de las Guerras y la Pobreza, del Hambre que provoca el Capitalismo Occidental Sionazi, Imperialista y Fascista, como el Rescate de estos Inmigrantes y Refugiados por el Open Arms con el intento de prohibición de los gobiernos fascistas y racistas europeos de Italia, España,...La Solidaridad NO ES DELITO, el Delito es la Insolidaridad y el Racismo Fascistas. Y en Defensa de los Animales y del Planeta Entero Amenazado por la Codicia Humana de Gobernantes Genocidas pero también de sectores como el Ganadero, la Industria de la Carne.... que son tan inconscientes que no se dan cuenta que ponen en peligro la misma Vida al Quemar los Pulmones del Planeta y con ello todo lo que vive en el Planeta Entero, en la Pacha Mamma.... Hace falta un Cambio Mundial para terminar con el Sistema Capitalista , Imperialista, SioNazi y Fascista Destructor de la Humanidad Entera

domingo, 10 de octubre de 2021

LA UE EN DESCOMPOSICION. PODRIA DESAPARECER YA....


Ojos para la  Paz

La Unión Europea carece de política propia. Todo lo que no sea una normativa para regular el tipo de almohada(que ha generado más de 100 directivas)  está decidido directamente por Washington. De este modo ha acordado disposiciones para perseguir a los medios rusos, destinando un equipo de funcionarios y presupuesto específico para esta causa; y ha redoblado el bloqueo a Siria  (económico, tecnológico, sanitario)...Y ha bloqueado a Venezuela, Cuba, Nicaragua, Bielorrusia, Argelia...Y ha destinado presupuesto de la UE para la OTAN...Y ha financiado el golpe de estado en Ucrania...etc. etc.  La Presidenta de la Comisión, la Sra. Úrsula von der Leyen está siendo sometida a una investigación por el Defensor del Pueblo (Europeo), a causa de sus estrechos vínculos con las empresas farmacéuticas, con las que suscribió convenios para el suministro de vacunas, convenios cuyo texto se negó  mostrar al Parlamento Europeo, entre otras irregularidades.

 La UE, un proyecto político-económico en descomposición

 En las tres últimas décadas, la Unión Europea ha venido impulsando con gran intensidad un proceso de fortalecimiento del proyecto imperialista europeo. Dos hechos de gran trascendencia ocurrieron al inicio de esa fase histórica: la caída de la República Democrática Alemana y su incorporación por decreto en la República Federal Alemana (octubre de 1990), sin que por cierto mediara proceso democrático alguno en tal cuestión (a la población de la RDA no se le consultó si quería que su Estado (socialista) desapareciese y su territorio se integrase en la RFA, capitalista); y la caída de la URSS en 1991, en un proceso en el que la opinión de la población tampoco fue tenida en cuenta para nada, cuestión esta (la caída del Régimen socialista) que al menos teóricamente favorecía el avance en la construcción de un proyecto imperial europeo bajo el eje franco-germánico. Eran “tiempos de vino y rosas” para el capitalismo internacional. Un borracho mercenario del sistema capitalista -Yeltsin- reinaba en Rusia al estilo de los Borbones, vendiendo a precio de saldo el patrimonio estatal soviético y convirtiendo lo que había sido una gran potencia en todos los planos en un Estado irrelevante a nivel internacional. El pueblo ruso, como no podía ser de otra manera, reaccionó expulsando del poder a aquel engendro (1999).

https://izca.net/2021/10/08/la-ue-un-proyecto-politico-economico-en-descomposicion/

El eje franco-germánico funcionaba razonablemente bien por aquel entonces y tenía casi absoluto dominio en el seno de la UE, aunque pronto comenzaron a aparecer tensiones con los EEUU; los norteamericanos, una vez desaparecida la Unión Soviética, eran recelosos de cualquier proyecto que pudiera hacer sombra a su hegemonía global absoluta, aunque fuera de su misma sangre. España -de la mano de Aznar-, EEUU y Reino Unido escenificaron la famosa foto de las Azores. Los tres mosqueteros de esa maniobra yanqui alrededor de la Guerra de Irak. Aquella imagen fue la expresión icónica más importante de esa línea de trabajo.

Mientras, los impulsores del proyecto imperial europeo no estaban de brazos cruzados, dedicando sus energías principales a poner en marcha la moneda única, el euro, y a impulsar el finalmente fracasado Tratado Constitucional Europeo (la creación de una Carta Constitucional común a todos los países de la UE, quedando paralizada por el rechazo de la población francesa y de los Países Bajos). Ante el fracaso de ese proceso, impulsaron su plan B, el Tratado de Lisboa, que por cierto también fue rechazado por la opinión pública allí donde fue sometido a referéndum (Irlanda, 12 de junio de 2008).

El Brexit fue una clara e importante señal de que la Unión Europea no era percibida como una buena alternativa para una parte mayoritaria de la población inglesa. Las injerencias constantes de la burocracia de Bruselas en todos los planos en la soberanía británica fueron creando un clima de desconfianza que desembocó en el referéndum (23 de junio de 2016) que dio la mayoría a los partidarios de la salida de la Unión. Los poderes fácticos europeos, entre ellos los mediáticos, vinculados al proyecto imperialista propio, le daban pocos meses de vida al Reino Unido fuera de la Unión Europea; no parece que las cosas vayan por ese camino.

La resolución del Tribunal Constitucional de Polonia, favorable a primar la legislación nacional en relación con la legislación comunitaria y, por tanto, dictaminar que varios artículos de los tratados de la Unión Europea son inconstitucionales en ese país, ha desatado el enésimo ataque de nervios en las estructuras de poder de la UE.

Como decíamos, los impulsores principales del proyecto capitalista europeo elaboraron un proyecto constitucional para intentar dar un paso definitivo en la arquitectura jurídico-política de la UE a principios de siglo. Fracasaron. En el referéndum celebrado en Francia (29 de mayo de 2005) la mayoría de la población rechazó ese proyecto; lo mismo ocurrió en los Países Bajos (1 de junio de 2005). En España, bajo el Gobierno de Zapatero, con una muy baja participación y sin actividad previa de información o reflexión, el proyecto fue aprobado en referéndum el 20 de febrero de 2005.

La dirección de la UE decidió retirar el proyecto de Constitución Europea, que inmediatamente fue sustituido por el plan B, el Tratado de Lisboa, que se ratificó a través de los parlamentos nacionales correspondientes, salvo en el caso de Irlanda, en el que, por exigencia de su propia constitución, tuvieron que someterlo a referéndum, y de nuevo perdieron. La mayoría de la población irlandesa rechazó el proyecto del Tratado de Lisboa a pesar de que prácticamente todo el arco político, excepto el Sinn Féin, lo apoyaba. En este caso optaron por repetir a los pocos meses el referéndum, para que así la gente tuviera una nueva “oportunidad” de “votar bien”. Finalmente lo consiguieron.

La mayoría de los medios de comunicación considerados “progresistas” hacen una valoración negativa de la resolución del Tribunal Constitucional polaco, alegando que este fue nombrado por el actual Gobierno y, por tanto, no goza de independencia (parece ser que a diferencia de lo que ocurre en el Estado español…). Asimismo, destacan que el Gobierno polaco tiene similares planteamientos ideológico-políticos que Vox. Es obvio que el actual Gobierno polaco es claramente reaccionario y absolutamente anticomunista, pero eso no quiere decir que no tengan razón en defender su soberanía ante las intromisiones de la burocracia de Bruselas en sus asuntos internos. Es además esencial recordar cómo, desde esos mismos poderes que ahora se quejan de los planteamientos del Gobierno polaco, se alentaron potentes campañas anticomunistas; de forma similar se hizo en Hungría y en otros países del campo del antiguo socialismo europeo, muy especialmente en Ucrania, sin reparos, en este caso, en llevarlos hasta la guerra. De aquellos polvos, estos lodos.

Sin compartir en absoluto la ideología reaccionaria, anticomunista o de revisionismo histórico sobre la Gran Guerra Antifascista, entendemos que cada país defienda su soberanía ante las intromisiones externas de poderes que además no tienen legitimidad democrática alguna.

Es un elemento de satisfacción para nosotr@s cuando diversas administraciones de Justicia europeas dejan en evidencia a la administración de Justicia española, heredada, como la monarquía, del franquismo. Pero ese plano no nos puede impedir hacer análisis rigurosos de cada cuestión.

La denuncia del Tratado de Versalles, firmado al finalizar la Iª Guerra Mundial, que obligaba al pago de unas pesadas cargas financieras al Estado alemán que impedían afrontar cuestiones de primera necesidad para las clases populares germanas, fue una de las claves del ascenso social y político del Partido Nacional-Socialista en la Alemania de Entreguerras.

La defensa de la soberanía, de la lucha por su recuperación, es una expresión principal de la dignidad de un pueblo.

El sistema capitalista a nivel global atraviesa una profundísima crisis. No solo en el plano económico, sino en el político y en el ideológico. En el caso concreto de la UE, esa crisis no solo es de una profundidad extrema, sino que no hay visos de solución cabal alguna. Los reordenamientos geoestratégicos a nivel mundial del sistema capitalista cada vez tienen menos en cuenta a la UE como bloque. Nuevas alianzas basadas en otros criterios, como el de la pertenencia a una “civilización común”, como es el caso del mundo anglo-americano, o de la eficacia en la organización de la respuesta político-militar al crecimiento y desarrollo de China y Rusia, van ganando protagonismo. Ello conduce a unas circunstancias en las que, si la UE pierde peso específico, el Estado español simplemente desaparece del escenario. No es de extrañar, dado que el bloque dominante español ha renunciado a cualquier tipo de soberanía en el ámbito internacional, especialmente a favor de la UE, un proyecto en descomposición, como señalábamos. Tal es la situación que hasta el Reino de Marruecos se permite chulear al Reino de España.

Izquierda Castellana, 8 de octubre de 2021